Se llama telar al conjunto de los planos o superficies que constituyen el contorno limite del hueco, dejando visible el grosor del muro en el que ha sido abierto. El telar determina, por lo tanto, el espesor de la ventana. Es propiamente el perímetro arquitectural del hueco desnudo, tal como queda en la construcción antes de que intervenga el carpintero de cierre regulable.
Por regla general, el telar es una forma cuadrada o rectangular. En tal caso, estará integrado por la sucesión de cuatro planos a escuadra entre sí, e igualmente trazados a escuadra con respecto al paramento. Cada uno de ello tiene su nombre característico:
•Jambas son las superficies verticales del telar. Corresponde a sus laterales derecho e izquierdo, respectivamente.
•Dintel es el plano superior del hueco, que se extiende entre las cabezas de ambas jambas.
•Alféizar es la denominación que recibe la base del telar, que al mismo tiempo forma la coronación del antepecho, es decir, de la parte del paramento comprendida entre el suelo y el propio alféizar.
A diferencia de los otros tres planos que componen el telar, el alfeizar suele construirse en pendiente hacia el exterior, para facilitar el deslizamiento del agua de lluvia hacia afuera. Por lo tanto, en la mayoría de las ventanas, el alfeizar no presenta escuadría con respecto al paramento sino un ángulo ligeramente oblicuo.