Movimiento de las hojas

La principal característica de estos elementos de cierre, se halla – al igual que ocurre con las puertas – en el hecho de que son móviles. Las hojas de una ventana pueden desplazarse, hacia uno u otra dirección, en el acto de abrir o cerrar el hueco, recorriendo el camino de ida y vuelta.
Para dotar de movimiento a la hoja, se utilizan varios sistemas. La diferenciación de estos últimos permite efectuar una primera clasificación. Prácticamente puede decirse que existen tres sistemas básicos para facilitar dicho movimiento de traslación. Son los representados:
• Bisagras y pernios, que originan los tipos de ventanas colgadas.
• Pivotes y cajas pivotantes, que dan lugar a las ventanas pivotantes y a las basculantes.
• Guías de deslizamiento, aplicadas en las ventanas de corredera, en las de guillotina y en las plegables.
Ventanas colgadas
Las hojas quedan fijadas al cerco lateralmente, por el bastidor, por medio de bisagras o pernios que se disponen en un canto de ambos largueros.
El movimiento es de giro radial alrededor de un eje vertical, constituido por los citados herrajes de fijación. La hoja, fija por un extremo, puede recorres por el otro un camino comprendido, teóricamente entre los 90º y los 180º. Y decimos teóricamente, porque en la realidad, solo muy raras veces de abertura total acierta a cubrir este supuesto campo de acción de los 180º
Según el sentido de apertura que presentan las hojas, es decir, de acuerdo con el hecho de que abran hacia dentro o hacia afuera, las ventanas colgadas se denominan a la francesa o a la inglesa. Ventanas colgadas: a la francesa (izquierda) y a la inglesa (derecha)
• Ventanas a la francesa es aquella que abre hacia el interior de la estancia. Se trata del tipo más generalizado en España y, probablemente, en la mayoría de los países europeos.
• Ventanas a la inglesa por el contrario, tienen el sentido de su apertura hacia el exterior. Es más frecuente en las poblaciones rurales que en las grandes aglomeraciones urbanas. Parece que, últimamente, está aumentando el número de sus adeptos.
Ventanas pivotantes y basculantes
Como su mismo nombre indica, estas ventanas se abren por rotación alrededor de un eje central, que puede ser vertical u horizontal. En el primer caso resulta el sistema pivotante propiamente dicho. La hoja pivota sobre dos pernos, uno situado en la cabeza y el otro en el pie del bastidor, gira alrededor de ellos abriéndose o cerrándose el hueco al desplazarse, por rotación.
El giro sobre pivotes laterales, que conforman un hipotético eje horizontal, constituye el sistema basculante, muy apropiado para grandes ventanales de una sola hoja.
Ventanas deslizantes
Se abre por traslación horizontal o vertical de las hojas, en un mismo plano, las cuales se deslizan por unas guías situadas en el marco, muchas veces con la ayuda de rulines o ruedecitas especiales para favorecer el deslizamiento. La mayor ventaja que ofrece el sistema es que las hojas, al abrirse, no ocupan el menor espacio, contrariamente a lo que sucede con los anteriores sistemas. Las láminas de vidrios se trasladan paralelas al plano de la ventana, lo que significa en todo caso un evidente ahorro de espacio, lo que en determinados casos—sobre todo cuando la estancia es pequeña-- pude tener una notable importancia.
El deslizamiento horizontal determina  las denominadas ventanas de correderas, mientras que las de sentido vertical originan las de guillotina. Existe una tercera variante, las ventanas plegables, integradas por uno o dos grupos de hojas articuladas, que se abren y cierran a manera de fuelle de acordeón, por cuyo motivo son más conocidas popularmente con el nombre de ventanas de acordeón. En estas, el movimiento se produce por un sistema que podríamos considerar mixto, ya que interviene la combinación de los dos anteriores sistemas; la rotación vertical y la traslación horizontal de sus dos extremos.
Para su funcionamiento correcto, la ventana de guillotina precisa contar con dos o más hojas superpuestas, una de las cuales, generalmente la interior, es la que puede trasladarse de posición.